Comunicación clara, creíble y moderna en un mundo cambiante

Cuando los bancos centrales hablan, los mercados financieros, la economía y, en última instancia, la vida de las personas se ven afectados. La comunicación es, en sí misma, una herramienta de política monetaria, porque influye en las expectativas sobre la economía y en las decisiones de las empresas, los inversores y los consumidores. Si el BCE se hace entender, nuestra política monetaria es más eficaz y creíble. Además, refuerza la confianza de los ciudadanos en que tomaremos las decisiones correctas. Por ello, nuestra comunicación debe ser clara, coherente y accesible. Y a medida que la tecnología ofrece nuevos canales de comunicación y las personas cambian la forma en que reciben las noticias, el BCE necesita moverse con los tiempos. Los expertos y el público en general deben tener a su alcance en todo momento la información necesaria para tomar decisiones informadas. El BCE se compromete a actualizar continuamente su comunicación para asegurar que los ciudadanos sepan lo que hacemos, por qué lo hacemos y por qué es importante para ellos.